La transpiración, es un acto que nuestro organismo realiza con la finalidad de regular la temperatura corporal en el cuerpo. Todas las personas pasamos por este proceso, pues es completamente natural,. Sin embargo esto representa un problema, cuando hay sudoración excesiva, pues podríamos estar presentando una condición médica denominada hiperhidrosis.
En realidad el sudor no tiene olor, ya que solo es un conjunto de agua y sales minerales. Nuestras glándulas sudoríparas se dividen en dos tipos: encrinas, que provocan la sudoración de manos, sudoración de pies y rostro, y las apocrinas, que provocan la sudoración de axilas, pubis, perineo, ombligo, tras las orejas y pecho.
Estas glándulas tienen la misión de expulsar el agua sobrante de nuestro cuerpo, cuando la temperatura es elevada, o en momentos de tensión y nerviosismo. Nuestro sudor por sí solo es inoloro, sin embargo cuando contacta con la piel, las bacterias que se encuentran en la superficie reaccionan provocando un olor desagradable.
Existen varios motivos por los que las bacterias se encuentran ahí alojadas, siendo entre todos el más común, la falta de higiene, la ingesta de algunos alimentos o medicamentos, incluso el consumo de bebidas alcohólicas.
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