La sudoración excesiva es necesaria para el cuerpo, pues es así como nuestro organismo se regula ante un estímulo como el calor. Las glándulas sudoríparas son las encargadas expulsar el sudor en todo el cuerpo. Esta condición natural se vuelve un problema, cuando nos enfrentamos a una sudoración excesiva. Si la sudoración se da sin un estímulo aparente, entonces podemos estar enfrentando un problema de hiperhidrosis.
Cuando nos exponemos a una temperatura ambiental alta, podemos notar la presencia de sudor de manos, sudor de axilas y sudor de pies. Si el sudor es excesivo y no tiene causas normales, es posible que nos estemos enfrentando a un caso de hiperhidrosis en alguna de sus facetas, ya sea hiperhidrosis axilar, palmar o plantar.
Al hablar de hiperhidrosis plantar, nos referimos al sudor de pies en exceso, y esto es una condición médica. Tenemos un problema de hiperhidrosis cuando el sudor producido por nuestro cuerpo es mayor a la cantidad requerida para una regulación térmica normal.
Para atenuar las consecuencias de la hiperhidrosis, existen una serie de hábitos que podemos adoptar, con la finalidad de mejorar nuestra calidad de vida, no representan una solución al problema pero sí una manera de mitigar la situación.
Hay que tener en cuenta lo siguiente:
Tener una alimentación sana. La alimentación también influye en el control de la sudoración. Existen cierto tipos de comidas como las que contienen muchas calorías o picantes, que pueden estimular las glándulas sudoríparas y provocar que aumente la sudoración. Es recomendable tener una dieta equilibrada.
Hidrátate correctamente. A través de la sudoración, eliminamos líquido y minerales, cuando esta se da en exceso, corremos el riesgo de deshidratarnos, es por esta razón que es importante beber muchos líquidos . Las infusiones frías, los zumos naturales y los jugos de frutas son alternativas perfectas para aumentar la cantidad de líquidos que consumimos.
Higiene personal. Mantén una buena higiene personal para eliminar las bacterias y células muertas de tu piel. Esto evitará los malos olores sobre todo en los días de calor.
Evitar el sobrepeso. Cuida tu peso y evita exponerte a una sudoración más elevada de lo normal. La obesidad y el sobrepeso son factores que pueden predisponer a la persona a una sudoración excesiva.
Ropa adecuada. Asegúrate de comprar ropa hecha de tejidos naturales y transpirables como el algodón, seda o lino. Los tejidos sintéticos pueden producir mal olor.
EL avance de la ciencia y tecnología, ha permitido que se desarrollen nuevas alternativas para aquellas personas afectadas por esta enfermedad, una de ellas es la cirugía la cual se considera como una manera permanente de erradicar el problema definitivamente. . Te invitamos a seguir leyendo nuestros artículos y a visitar nuestras instalaciones.
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